Los trapos para cristales, a menudo hechos de microfibra o algodón, son ideales para lograr una limpieza sin rayas en ventanas y espejos. Su textura suave y absorbente permite eliminar eficazmente manchas, huellas dactilares y suciedad, dejando las superficies transparentes y relucientes.
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Los cristales limpios con los trapos adecuados
Queremos mantener nuestros cristales de casa o oficina limpios siempre. Es necesario saber qué trapos utilizar para estos casos.
- Elige el tipo de trapo adecuado: Los trapos para cristales suelen estar hechos de materiales que no dejan pelusa ni rayas, como microfibra o algodón de alta calidad. Asegúrate de utilizar un trapo limpio y sin residuos.
- Limpia en seco primero: Antes de aplicar cualquier líquido limpiador, es una buena práctica limpiar en seco la superficie de vidrio con el trapo para eliminar el polvo y la suciedad suelta.
- Utiliza un líquido limpiador para cristales: Rocía un líquido limpiador específico para cristales o ventanas sobre la superficie de vidrio. Evita productos que contengan amoníaco, ya que pueden dañar algunos tipos de vidrios y marcos.
- Distribuye uniformemente el líquido: Usa el trapo para distribuir el líquido limpiador de manera uniforme sobre la superficie de vidrio. Esto ayudará a aflojar la suciedad y las manchas.
- Realiza movimientos verticales u horizontales: Elige una dirección para limpiar (por ejemplo, de arriba abajo o de izquierda a derecha) y sé constante en tu movimiento. Esto te ayudará a identificar y eliminar rayas si aparecen.
- Evita aplicar presión excesiva: No es necesario ejercer presión al limpiar los cristales. Un movimiento suave y constante es más efectivo y evita el riesgo de rayar el vidrio.
- Utiliza un segundo trapo: Después de limpiar con el trapo húmedo, utiliza un segundo trapo limpio y seco para secar la superficie de vidrio y eliminar cualquier residuo de líquido limpiador que quede. Esto evitará la formación de manchas y marcas de agua.